La educación es un derecho, no un privilegio
Así, los centros no deben seleccionar al alumnado al que va a incentivar y guiar. Al contrario, la inclusión educativa vela por que el alumnado que recibe un centro debe ser el que sepa dar una respuesta profesional a la demanda que se da en el contexto en el que se desarrolla la actividad del centro y con las personas que necesiten recibir la educación en cualquier momento. ¿Qué te parece la idea?
Si tenemos en cuenta el significado de inclusión, las personas son agentes activos de la sociedad que deben tener el derecho de participar plenamente en ella. Pero debemos trabajar para eliminar por completo cualquier barrera que pueda resultar un problema para garantizar este objetivo.
Las garantías que buscamos en la sociedad y en nuestras comunidades como ciudadanía son las mismas garantías que debemos ofrecer de manera efectiva en los centros donde se forman las personas que definen nuestro futuro, y por el que debemos aún trabajar a conciencia hasta conseguir este ideal convertido en realidad. ¡Que no se quede solo en bonitas palabras!
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